En la consulta cotidiana al menos una vez por semana me consultan chicos que quieren saber si pueden crecer más por distintas razones: para entrar a un equipo de futbol, al ejército o la fuerza aérea, para ser boxeadores. O simplemente porque quieren ser más altos y les interesa saber si tienen opciones. Al mismo tiempo llegan chicas preocupadas (ellas, o sus mamás) porque han tenido la pubertad demasiado rápido y quieren saber si está en riesgo su crecimiento.
En 10 cosas que debes saber acerca del crecimiento de tu hij@ mencioné que los genes determinan un porcentaje importante de los factores que determinan la talla final, pero no el 100%. De diferentes formas se puede vigilar e incluso modificar en ciertos casos el crecimiento para ganar centímetros o -en algunos casos- evitar que el crecimiento se detenga antes de tiempo. Lamentablemente, con mucha frecuencia chicas y chicos llegan demasiado tarde a valoración en la consulta, cuando ya las opciones médicas (es decir, no quirúrgicas) son limitadas o ya no las hay.
¿Cuál es el mejor momento para valorar el crecimiento?
(En adelante uso ejemplos de curvas de crecimiento para explicar las ideas. Si gustas da click en esta página para obtener más información sobre qué son y cómo se usan.)
Idealmente todos los niños necesitan una revisión regular por un pediatra, más frecuente durante los primeros meses de vida, después al menos una vez al año. Cuando se detecta que la talla va saliendo de su curso, es necesario poner atención porque algo puede estar saliendo mal.

Esta es una gráfica de crecimiento normal. Niños y niñas crecen por intervalos, a veces más notorios que otros, pero lo importante es que se mantengan en un mismo carril a lo largo del tiempo. Esta gráfica es de una chica que está en la pubertad y su crecimiento se está acelerando, por lo demás una gráfica bastante normal.

En cambio, esta gráfica muestra a un paciente que en dos ocasiones ha sufrido una detención del crecimiento debido a un problema intestinal. Si te fijas bien, su talla al principio estaba en la línea azul que corresponde al promedio, pero tiene dos periodos en los que prácticamente no creció. El resultado final es que su talla ha ido disminuyendo hasta encontrarse por debajo de la línea de alarma para su edad.

En el caso de este paciente, la desaceleración en el crecimiento es una razón para hacer una valoración de crecimiento durante la infancia. Es tan gradual que a veces los papás no se dan cuenta sino hasta que comparan al niño o la niña con sus compañeros. En la fila escolar van pasando hacia adelante hasta que llegan a ser el más bajo/la más baja de la clase.
¿Qué hay acerca de la pubertad?

Durante la pubertad se gana una buena parte de la estatura final, el famoso estirón (también conocido como brote puberal de crecimiento) es responsable de lograr la estatura final. Pero es un periodo que requiere una sincronía perfecta de hormonas que en ocasiones puede fallar. En estos casos se puede presentar un estirón muy corto o no presentarse.

Como se ve en esta gráfica, hay un proceso de maduración que se da en edades particulares y en una secuencia determinada. Cuando el proceso se altera, suele haber una repercusión en el crecimiento.
Datos de alarma
En niños y niñas preescolares y escolares (2 a 10 años), estos son los datos que deben hacer sospechar trastornos del crecimiento:
- Detención del crecimiento por más de 6 meses
- Desaceleración del crecimiento – Talla cada vez más baja respecto a sus compañeros
- Pérdida de talla sin recuperación posterior (catch-up)
Alrededor de la pubertad el tiempo adquiere además un significado importante para el crecimiento por lo que debemos de alarmarnos si hay:
- Crecimiento de pechos en niñas antes de los 8 años o en niños datos de virilización (bigote, barba, acné, vello púbico, crecimiento del pene) antes de los 9 años – Todos ellos datos de pubertad precoz
- Aparición muy acelerada de estos datos: En niñas los pechos deben pasar de infantiles a mujer adulta en un periodo de 1 a 2 años; en los niños en el paso de genitales infantiles a la madurez es de 2 a 3 años en promedio. Tiempos menores pueden hablar de una pubertad acelerada que puede afectar el crecimiento.
- Un desfase entre la maduración (los ya mencionados cambios en los pechos de las chicas y los genitales de los chicos) y el crecimiento, sin que haya un aumento notable en la estatura.
¿En qué consiste la valoración integral?
En el consultorio hacemos una historia clínica completa para buscar factores de riesgo que afecten el crecimiento. Datos como la calidad del sueño, de la alimentación, la actividad física pueden dar mucha información; por ejemplo una mala calidad de sueño por ronquido (rinitis alérgica, hipertrofia de amígdalas/adenoides, entre otros) disminuye la
producción de hormona de crecimiento y tratar estas condiciones puede ser suficiente para restablecer el crecimiento adecuado.
Después realizamos una reconstrucción de la curva de crecimiento con los datos disponibles, las estaturas anotadas en cartilla de vacunación, consultas anteriores (a veces registradas en las recetas que expedimos los pediatras) que nos ayuda a saber el patrón de crecimiento.
Al pasar a la exploración física tomamos en cuenta todos los aparatos del cuerpo a la vez que medimos proporciones corporales como talla, peso, perímetro cefálico, longitud de antebrazo, de brazada, talla sentado, entre otras. Esto nos sirve principalmente para conocer la simetría del cuerpo y permite detectar posibles alteraciones genéticas que pueden afectar el crecimiento. En chicas y chicos mayores a 10 años incluso realizamos un análisis de composición corporal con lo que podemos saber el porcentaje de grasa y de músculo, para valorar de forma indirecta la alimentación y el bienestar general.
Por último, valoramos la edad ósea por medio de una radiografía de la mano no dominante (con la que no se escribe). Esta nos permite saber el grado de maduración corporal y del esqueleto, para saber el potencial de crecimiento que tiene el cuerpo. Esta se realiza en cualquier centro radiológico y es recomendable traerla a la consulta para abreviar tiempo.
Con estos datos tenemos una aproximación muy completa a un diagnóstico y si determinamos necesario contar con estudios de laboratorio, se solicitan en ese momento para revisarlos posteriormente.
Lo importante de realizar esta valoración a tiempo es que nos da la oportunidad de saber a tiempo si algo va mal y -si es posible- de intevenir. Lamentablemente, con demasiada frecuencia chicos y chicas llegan demasiado tarde a la consulta, cuando su talla ya es la final y no les quedan muchas alternativas además de la cirugía.
Si te interesa saber más del tema o quieres hacer una cita conmigo, estoy para servirte.
Dr. Miguel Ángel Guagnelli