Cuida tu salud, cuida tus bacterias III: Qué bien te ves, ¿bajaste de peso? Si, me cambié de flora intestinal y me ha ido súper bien.

¿Qué tienen que ver las bacterias del intestino con las hormonas, con el peso y hasta con el estado de ánimo? Mucho, aparentemente.

Microbioma humano

Sabemos que la microbiota intestinal protege y realiza funciones metabólicas esenciales para la salud de su huésped, como procesar alimentos, desdoblar polisacáridos complejos indigeribles para los humanos y desplazar patógenos -aunque no haga nada, ocupar un espacio evita que lo aproveche un patógeno-. Como mencionaba en el post anterior, desde que hemos contado con más información acerca de las bacterias que habitan nuestro intestino por su DNA y no sólo cultivos, hemos aprendido mucho más acerca de ellas. Y hemos descubierto que son muy activas.

Absorción de metabolitos bacterianos

Una bacteria que vive en el intestino come de nuestros desechos (guac) y elimina sus propios metabolitos. Estos a su vez pueden influenciar a las bacterias vecinas y favorecer la proliferación de ciertas especies afines o inhibir a las competidoras. Pero, en algunos casos, nuestro intestino puede absorber esas sustancias y permitir que pasen al torrente sanguíneo, desde donde se distribuyen al resto del organismo, inclusive al cerebro pasando su protección natural, la barrera hematoencefálica. Así se comportan como hormonas, ejerciendo acciones en tejidos y órganos distantes.
Por ejemplo, las bacterias producen los llamados Ácidos Grasos de Cadena Corta (AGCC) como el ácido butírico y el ácido propiónico, además de estimular la promoción de ciertos tipos de bacterias, pueden pasar a la sangre y asociarse con ciertas proteínas que le ayudan a distribuirse en el cuerpo, incluso el cerebro.

Autism

Estudios in vitro y en animales de laboratorio han demostrado que aumentar ciertas cepas bacterianas en el intestino (como las que producen AGCC), se modifican los niveles de neurotransmisores en el líquido cefalorraquídeo. Incluso se han llegado a inducir estados semejantes al autismo en ratones de esta forma, que se revierte al modificar el microbioma intestinal. ¿Podría esto además reflejarse en el funcionamiento de nuestro cerebro e incluso en el estado de ánimo? Parece ser que sí, que las bacterias pueden interferir en el funcionamiento nervioso en las respuestas de ansiedad y depresión del ser humano.

Pero una serie de estudios en animales (ratones sobre todo) nos han enseñado que las bacterias hacen mucho más. En un par de brillantes publicaciones del 2012, dos grupos mostraron cómo modificar el microbioma tiene influencia en el peso y el metabolismo. En el primer trabajo, se le dio una dieta rica en grasas saturadas y carbohidratos a dos grupos de ratones, unos criados en medio estéril y sin bacterias en el intestino, y otro con flora normal. Mientras que el último predeciblemente aumentó de peso, el grupo sin bacterias no lo hizo. La flora es necesaria para desdoblar ciertos grupos de alimentos y aprovecharlos -así sea para engordar-.

El segundo trabajo parece explicar al menos parcialmente la pregunta ancestral acerca de por qué hay gente que engorda con facilidad y otra que pese a que coma mucho no lo hace. Cuando a estas mismas cepas de ratones sin bacterias intestinales se les «trasplantan» los microbiomas de humanos delgados, normales u obesos, los animales desarrollan un fenotipo muy semejante al del donante.

Ratones

En seres humanos empieza a haber algunos estudios pequeños que buscan esta relación entre sobrepeso/obesidad y el microbioma intestinal, con resultados alentadores. En el área central de EUA, por ejemplo, se ha encontrado una relación estrecha entre uso de antibióticos y obesidad, por ejemplo. ¿La cura para la obesidad podría ser cambiar de flora intestinal? Difícilmente puede ser tan simple, pero estos trabajos ofrecen una perspectiva muy interesante.

Además del metabolismo, cada vez se encuentran más datos que relacionan alteraciones del microbioma intestinal con enfermedades y su tratamiento. Por ejemplo, se ha encontrado que individuos con diabetes tipo 2 y obesidad tienen una alteración de su microbioma intestinal o «disbiosis» con un menor número de especies bacterianas protectoras cuando se les compara con individuos delgados y sin diabetes. Incluso esas especies se pueden «traslocar» y pasar al torrente sanguíneo en pacientes con diabetes tipo 2.  En una cohorte grande de niños con enfermedad de Crohn (un trastorno inflamatorio del intestino) se observó que además de tener disbiosis, esta se altera aún más cuando se administran antibióticos. Incluso durante el embarazo, una disbiosis en la mamá puede predisponerla para desarrollar diabetes gestacional.

Gut microbiota endocrine organ

Así, las bacterias tienen influencia en muchas esferas de nuestro organismo, de las cuales apenas hemos dado unas pinceladas en este pequeño post. Los siguientes años seguramente verán una gran multiplicación de estudios abordando este comportamiento del microbioma como un órgano endocrino.

Múltiples sistemas

Lo interesante, claro está, es ¿cómo podemos modificar/mejorar/alterar nuestras propias bacterias? Y eso, evidentemente, vendrá en la cuarta y ultima parte de esta serie.

Dr. Miguel Ángel Guagnelli

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2 comentarios sobre “Cuida tu salud, cuida tus bacterias III: Qué bien te ves, ¿bajaste de peso? Si, me cambié de flora intestinal y me ha ido súper bien.

  1. Estoy muy impresionada por la cantidad de especialidades de microorganismos que nos invaden, y de lo importante que es el buen cuidado de nuestro equilibrio, de nuestro sistema inmunológico y de lo Maravilloso que es Dios, porque pudiendo hacer las cosas sencillas las hace tan complejas, interesantes y equilibradas. Impresionada porque a pesar de tanta sabiduría, siempre estamos prestos a ignorarlo y a hacer lo que no debemos y favorecer la acción de los extraños invasores . Hasta en el Cerebro!!!

    Cuanto hay por aprender y no solo creer que el aluminio provoca el Hals Hamer,

    Por favor sigue escribiendo tan interesantes documentos y espero que pronto se difundan mas para que entendamos mejor y admiremos mas nuestro maravilloso cuerpo.

    Yo creo que el hígado es un tema del que muy poco conocemos y mucho pero mucho dependemos y me gustaría saber si el olor del humor, está relacionado con el hígado o con las bacterias o con que?

    Una gran felicitación por la riqueza del tema y por la amena y ligera redacción, nos ayuda mucho a los legos en la materia.

    Mónica

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