«Claro que el café es un veneno lento; hace cuarenta años que lo bebo.» Voltaire
Tabaquismo, obesidad, inactividad física… la lista de factores de riesgo para la diabetes es larga y bien conocida. Menos conocida, sin embargo, es que hay alimentos específicos que también se han asociado con el riesgo de diabetes. En particular, las grasas trans y las carnes rojas se asocian con un mayor riesgo, mientras que los cereales integrales pueden ser protectores. En 2005, surgieron indicios de que algo que muchas personas disfrutamos -un rico café- puede ayudar a reducir significativamente el riesgo de desarrollar diabetes. Desde entonces, otros estudios -algunos que también incluyeron el café y el té descafeinado- han alcanzado conclusiones similares.
En 2009 Huxley y colaboradores realizaron una revisión sistemática y metaanálisis de estudios publicados entre 1966 y 2009. La evidencia incluyó 18 estudios sobre la asociación entre el café y la diabetes (457.922 personas), 6 estudios de café descafeinado (225.516 personas), y 7 estudios sobre el té (286.701 personas).
Los resultados fueron consistentes con el meta-análisis de 2005. El café con cafeína se encontró que protege de la diabetes, un consumo de 3 a 4 tazas al día se asocia con una reducción del riesgo de 25% para la diabetes tipo 2 en comparación con 2 o menos tazas al día. También se observó una relación dosis-respuesta: Los que bebían menos de 1 taza por día experimentaron una reducción del riesgo del 4%, mientras que aquellos que bebían más de 6 tazas al día experimentaron una reducción del riesgo del 40%. Cada taza adicional de infusión confirió otra reducción en el riesgo de 7%. Se asociaron beneficios similares con el café descafeinado y el té.
A principios de 2014 otro grupo, el de Ding y sus colegas, realizaron un meta-análisis que incluyó datos de 28 estudios prospectivos, más de 1,1 millones de sujetos distintos y más de 45.000 casos de diabetes tipo 2, con un seguimiento de hasta 20 años. En comparación con no tomar café en absoluto, el riesgo relativo (RR, 95% intervalo de confianza [IC]) de la diabetes disminuía a medida que el consumo aumentó de la siguiente manera, de 1 a 6 tazas al día, respectivamente: RR 0,92 (desde 0,90 hasta 0,94; IC) , 0,85 (0,82 a 0,88), 0,79 (0,75-0,83), 0,75 (0,71 a 0,80), 0,71 (0,65 a 0,76) y 0,67 (0,61 a 0,74). Tanto el café con cafeína y descafeinado se asociaron con este beneficio. Cada incremento diario de 1 taza en el consumo se asoció con un RR de 0,91 (0,89 a 0,94) y 0,94 (0,91-0,98) para el café con cafeína y descafeinado, respectivamente.
Sin embargo, el café no es una protección universal ni infalible del riesgo de diabetes. Un metaanálisis de estudios prospectivos dosis-respuesta que fue publicado a principios de este año en el European Journal of Nutrition lo deja claro. Los resultados generales confirmaron que el consumo de café y la cafeína reduce el riesgo de diabetes, pero el efecto fue más fuerte en las mujeres, los fumadores y las personas con un índice de masa corporal elevado. Más recientemente, los datos del Estudio de Salud de las Enfermeras y el Health Professionals Follow-up Study que siguen a un gran número de personas sugirieron una intrigante relación entre los cambios en el consumo de café y alteraciones en el riesgo de diabetes. En más de 1,6 millones de personas-año de seguimiento, con cerca de 7.300 casos nuevos de diabetes tipo 2, los sujetos cuyo consumo decafé aumentó en más de 1 taza / día durante el período de estudio de 4 años experimentaron un riesgo 11% menor (IC 95%, 3% a 18%) de diabetes tipo 2 en los siguientes 4 años, en comparación con los sujetos que siguieron bebiendo la misma cantidad de café. Por otro lado, las personas que disminuyeron su consumo de café en más de 1 taza / día experimentaron un 17% (IC del 95%, el 8% a 26%) mayor riesgo de diabetes tipo 2.
¿Cómo se explican los aparentes efectos protectores del café? El café y el té son ricos en polifenoles, vitaminas antioxidantes y minerales. Es probable que la combinación de estos compuestos bioactivos contribuye a la disminución del riesgo. Es importante notar, claro, que el café es sólo uno de muchos factores que influyen en el riesgo de diabetes. Más importante aún, las personas deben vigilar su peso y ser físicamente activos. Así que la decisión sobre el consumo de café también se debe basar en las preferencias individuales. Aunque tomar una cantidad importante de café al día es protectora, no anula el resto de factores de riesgo.
En resumen, tomar varias tazas de café o té al día puede ayudarte a disminuir tu riesgo de diabetes, independientemente de la cafeína. Así que, ¿Un cafecito? ¿Un té?.
Dr. Miguel Ángel Guagnelli
Adaptado y traducido de Medpage