Cada vez hay más gente de acuerdo en que el uso de anticonceptivos en adolescentes es más seguro que un embarazo. Los riesgos a la salud, sociales y de abandono escolar entre otros tienen un gran peso para hacer esta valoración. En este blog ya hemos escrito al respecto pero hace un par de días la Asociación Americana de Pediatría emitió recomendaciones nuevas.
Como punto principal se recomiendan métodos anticonceptivos a largo plazo y reversibles -incluyendo el implante subdérmico y los dispositivos intrauterinos (DIU)- que deben considerarse como opciones anticonceptivas de primera línea para los adolescentes debido a su seguridad, eficacia y facilidad de uso.
También menciona que el acetato de medroxiprogesterona de depósito (las inyecciones mensuales o trimestrales) y el parche anticonceptivo son «muy eficaces» y «mucho más seguros que el embarazo» y, por lo tanto, deben ponerse a disposición de los adolescentes. (Se han expresado inquietudes acerca de los efectos del DMPA sobre la salud ósea y el potencial de la asociación del parche con tromboembolia venosa, que deberán resolverse.)
Los pediatras debemos ser conscientes de que los exámenes ginecológicos no son necesarios para recetar anticonceptivos ni es necesario derivar a los pacientes para la colocación del DIU, enfatizan estas guías.
Los médicos que tenemos contacto con adolescentes debemos reservar suficiente tiempo con ellos para discutir las opciones anticonceptivas que utilizan, con un enfoque individualizado y llegar a una solución apropiada que incluya la protección de enfermedades de transmisión sexual.
La buena noticia es que la colocación del implante subdérmico es muy fácil, con mínimo riesgo y aporta tres años de protección anticonceptiva.
Con mucha sincronía a la elaboración de estas guías, un estudio que aparece en el número del 2 de octubre en el NEJM muestra los resultados de un estudio llamado CHOICE llevado a cabo en San Luis Missouri de 2008 a 2013. En él, se les ofrecieron gratuitamente métodos anticonceptivos de larga duración a 1404 chicas entre 15 y 19 años de edad. 37% de ellas eligieron el implante subdérmico y 36% el dispositivo intrauterino (DIU). Durante el periodo de estudio, la tasa de natalidad en este grupo de edad fue de una quinta parte de la que tuvo todo EUA, y una cuarta parte de la tasa de abortos en el mismo periodo. Las complicaciones en las pacientes fueron escasas y leves, relacionadas principalmente con malestar durante los primeros días posteriores a la aplicación.
Lo hemos mencionado antes y dadas las tasas de embarazo en adolescentes en México y América Latina, lo continuaré repitiendo: Pensar que a nuestros hijos no les va a suceder es una mala idea. Creer que son demasiado jóvenes para tener relaciones puede ser contraproducente. Una adolescente embarazada tiene muchos más riesgos a su salud durante el embarazo y el parto, además de que con mucha frecuencia interrumpe su educación y puede ver truncados sus planes a largo plazo.
Los pediatras estamos capacitados para hablar de estos temas y orientar a los padres. Además de los ginecólogos, cada vez más pediatras tenemos la capacidad de aplicar los implantes subdérmicos. Hagamos equipo, informémonos, creemos conciencia antes de que haya otra chica más que se está convirtiendo en madre antes de tiempo.
Dr. Miguel Ángel Guagnelli M.
En México no es muy común llevar a las pubertas al endocrino pediatra. Y como encontrar uno de confianza. Pueden recomendar algún directorio de estos especialistas?
Por supuesto, la Sociedad Mexicana de Endocrinología Pediátrica (www.smep.org.mx) agrupa a los endocrinólogos pediatras del país y cuenta con un directorio. Gracias por su comentario.